PROTOCOLOS DEL CORREO ELECTRÓNICO
El correo electrónico se ha
convertido sin duda en el instrumento de comunicación por excelencia dentro del
entorno laboral. La posibilidad de intercambiar información y, además,
archivos, lo convierten en una herramienta ágil, directa y eficaz. Como cualquier
herramienta de trabajo, es necesario aplicar un adecuado protocolo de uso para
sacarle todo el rendimiento y evitar efectos contrarios al deseado. Esto último
se hace aún más indispensable cuando el correo electrónico se convierte,
además, en nuestro principal instrumento de marketing y comunicación con el
cliente.
Protocolos
de acceso a correo.
La ventaja principal que
tiene este protocolo es que carpetas, mensajes, etc. se guardan en nuestro ordenador, con lo que nos permite
leer el correo recibido sin estar conectado a la red. Además, al leer los
mensajes y bajarlos a nuestro ordenador, liberamos espacio en nuestro buzón de
correo, con lo cual tenemos menos probabilidades que por descuido se nos llene
el buzón y no podamos recibir más mensajes.
Protocolo IMAP
La principal diferencia que
encontramos respecto al anterior protocolo es que tanto los mensajes como las
carpetas se guardan en el buzón de correo y en el ordenador. Esto, que puede
parecer un inconveniente, es muy útil para conectarse desde ordenadores compartidos,
ya que los mensajes no pueden ser leídos por terceras personas, al no quedarse
en el PC, además, si no tenemos la posibilidad de conectarnos siempre del mismo
ordenador, conseguimos siempre acceder a la totalidad de nuestros mensajes. Hay
que tener la precaución de ir borrándolos de vez en cuando para no sobrepasar
el límite de capacidad de nuestro buzón.
Elaborado Por: Martha Caballero.
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